Los dos animé que inspiraron a Keanu Reeves para hacer Matrix
El actor reveló que los hermanos Wachowski, directores de ese ícono de ciencia ficción, le recomendaron dos animé para que entendiera el concepto de la película y de Neo.

Antes de convertirse en Neo, el elegido que desafía las reglas de una realidad simulada, Keanu Reeves se topó con dos obras maestras del animé que lo marcaron profundamente. El actor contó que un día, haciendo zapping, dio con un canal donde pasaban animé y quedó hipnotizado. "Estaba viendo animé en el canal 79 y ni siquiera sabía qué era. Luego, cuando trabajé con las Wachowski en Matrix, me dijeron: 'Tienes que verlas'. Así que fueron Akira y Ghost in the Shell, y ese fue prácticamente el comienzo", confesó.
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Los dos animé que inspiraron a Keanu Reeves para hacer Matrix
Matrix, estrenada en 1999, revolucionó el cine de ciencia ficción al mezclar filosofía, artes marciales y tecnología. La historia gira en torno a Thomas Anderson, un programador que descubre que el mundo en el que vive es una simulación creada por máquinas para controlar a los humanos. Bajo el alias de Neo, se convierte en el centro de una resistencia que busca liberar a la humanidad. La estética, los movimientos y hasta las ideas filosóficas del filme beben directamente de ciertas joyas del animé japonés.
Entre esas joyas está Akira, una película de 1988 dirigida por Katsuhiro Otomo que presenta un Tokio postapocalíptico atravesado por la violencia, los experimentos gubernamentales y la rebelión juvenil. Su potencia visual y su narrativa cargada de caos y crítica social impactaron a toda una generación. Ghost in the Shell, por su parte, es un thriller cyberpunk dirigido por Mamoru Oshii, donde una agente cibernética persigue a un misterioso hacker mientras reflexiona sobre la conciencia y la identidad en un mundo hiperconectado. Ambas obras dejaron una huella profunda en las Wachowski, directoras de la saga.
Lo que las une con Matrix no es solo la estética, sino también la exploración de temas complejos como el control, la realidad virtual y la relación entre el ser humano y la tecnología. En los tres casos, los protagonistas se enfrentan a sistemas que los superan, poniendo en juego sus propias convicciones sobre lo que es real y lo que no. El animé ofrecía esa libertad visual y narrativa que Hollywood apenas empezaba a explorar.
Así, antes de que Neo rompiera las reglas de la Matrix, Keanu Reeves ya había viajado por mundos distópicos creados en Japón, que lo ayudaron a comprender mejor su rol. Hoy, tanto Akira como Ghost in the Shell son vistas como referentes indiscutidos que abrieron las puertas a una nueva forma de entender la ciencia ficción.
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