Jugaba en la PC, hizo una rifa para competir en el Gálvez y ganó una carrera real a nivel nacional
Facundo Dudulec compite en Simracing hace ocho años y viste los colores del equipo de esports 9z. El fin de semana corrió su segunda carrera real en la Copa Abarth y ganó.

Dicen que soñar no cuesta nada. La frase es linda, se hizo eco en muchas canciones y pasa de largo por nuestros oídos como si fuese una verdad consagrada, un acto liviano y gratuito. Pero no es tan así. Soñar sí tiene un precio: el de la ilusión que quema en el pecho y en la cabeza, el del deseo atragantado, el del esfuerzo diario y desmedido. El sueño también desvela, tiene un costo visible e invisible. Por todo esto, una vez que se convierte en realidad, la emoción surge como fuego hasta la garganta y aprieta el alma como un abrazo. Facundo Dudulec soñó durante toda su vida. Soñó que se subía a un auto real. Que corría una carrera en el Gálvez. Que dejaba un rato la PC para sentarse en una butaca. Tal vez ni siquiera soñó con ganar, pero después de tanto soñar todo tenía que ser perfecto.
Jugaba en la PC, hizo una rifa para competir en el Gálvez y ganó una carrera real a nivel nacional
Jugaba en la PC, hizo una rifa para competir en el Gálvez y ganó una carrera real a nivel nacional

Dudulec, oriundo de Berazategui, es uno de los pilotos de simracing (automovilismo virtual) más destacados de Argentina y de toda la región, pese a sus jóvenes 25 años. Compite desde los 17 y participó en grandes eventos como el FIA GT World Tour 1 en París; la FIA GT World Tour 3, en el PlayStation Theater de Nueva York; la Logitech G Challenge de México, en la que se coronó campeón; y de la final mundial de la Logitech G Challenge, en Las Vegas. En 2021 se convirtió en parte del staff de 9z, uno de los elencos de deportes electrónicos más destacados del país, creado por el streamer e influencer Frankkaster. En mayo de este año, con el apoyo del equipo, logró subirse por primera vez a un auto real para correr en la Copa Abarth, una categoría nacional en la que todos los autos son idénticos (llegan a 190 kilómetros por hora en la recta), lo que le da paridad total a la competencia.
¿Cómo funciona la categoría? Aquel que esté interesado en correr debe pagar en la actualidad 6 millones de pesos (más gastos adicionales como los neumáticos) para poder participar de un fin de semana, con pruebas libres, clasificación y la carrera, y contar con el auto y un mecánico. La Copa tiene tabla de posiciones y alrededor de 12 pilotos corren habitualmente, ya que tienen los recursos para hacerlo. El resto, va y viene según sus presupuestos. En ese grupo entraría Facu Dudulec, quien entre el 6 y el 7 de septiembre volvió a competir después de aquella primera oportunidad de mayo. Con la experiencia del simracing y apenas una carrera previa, terminó segundo en la clasificación. Y luego, ganó la competencia en el Gálvez.

“Dicen que al autódromo le van a hacer unas modificaciones y estaba obsesionado con correr antes”, le dijo Dudu a Zeapp Sports. “Estoy endeudado, pero soy el tipo más feliz del mundo. Nunca me imaginé que iba a poder andar así de bien, así de rápido. Estuve todo el fin de semana adelante y estoy súper satisfecho. Para seguir dependo de poder conseguir sponsors y publicidad. La verdad que no tengo un peso para volver a hacerlo”, agregó Facu, quien realizó una rifa de diferentes productos (un iPhone 13, teclados y auriculares) en sus redes sociales para conseguir parte del dinero. “Existen diferencia con el simulador, pero otras cosas son muy similares. Las maniobras, tanto con los pies como con las manos, son iguales. La trayectoria en el circuito, también”, explicó el piloto, el día después de hacer su sueño realidad.

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