Fue figura en la Premier League, superó una adicción a las drogas y planea retirarse a los 29 años
El futbolista que supo brillar en el Tottenham y en la selección inglesa, se encuentra apartado en el Como de Italia, sin ofertas concretas y analiza colgar los botines.
Dele Alli está viviendo uno de los momentos más inciertos de su carrera. Tras varios intentos por volver a su mejor nivel, el mediocampista inglés que supo brillar en el Tottenham y en la selección, quedó marginado del plantel principal del Como, donde había llegado a principios de año como una apuesta personal de Cesc Fàbregas. Hoy se entrena apartado del grupo y, a sus 29 años, su continuidad como futbolista profesional está en duda ya que no tiene ofertas de ningún club.
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En enero, firmó un contrato por 18 meses con el conjunto italiano, buscando dejar atrás un largo historial de lesiones y conflictos extradeportivos. La ilusión inicial, alimentada por la confianza del entrenador español, duró poco. Aunque fue recibido con expectativas altas, su rendimiento físico nunca alcanzó el ritmo competitivo del plantel. El club intentó apoyarlo, sobre todo desde el aspecto mental, pero no lo lograron.
Su único partido en la Serie A fue ante Milan, el 10 de marzo, en el estadio San Siro. Ingresó desde el banco en los minutos finales, en su regreso oficial tras casi dos años sin actividad. Sin embargo, una infracción revisada por el VAR derivó en una expulsión directa apenas nueve minutos después de su entrada. Aquella fue una noche que marcó el comienzo de su caída definitiva.
A partir de esa tarjeta roja, no volvió a ser convocado. El cuerpo técnico dejó de contar con él y las constantes molestias musculares acentuaron su alejamiento del primer equipo. Según medios como La Gazzetta dello Sport y Daily Mail, actualmente se entrena por separado junto a otros futbolistas que no están en los planes del club.
Lejos de encontrar nuevas oportunidades, el talentoso mediapunta observa cómo las puertas del fútbol se le cierran una tras otra. Acumuló 269 partidos en los Spurs y su gran rendimiento, que en números fríos se traduce en 67 goles y 59 asistencias, le valió formar parte de las convocatorias del seleccionado inglés durante cinco años. Sin embargo, hoy no tiene propuestas firmes y analiza seriamente colgar los botines si no surge una opción antes del cierre del mercado.
Su historia personal también ha tenido un fuerte impacto en su recorrido profesional. En distintas entrevistas reveló los episodios de violencia, abuso y abandono que vivió durante su infancia. El fútbol lo alejó de ese entorno y lo llevó a lo más alto, pero las lesiones constantes y las recaídas en adicciones impidieron que consolidara su enorme talento.
En los últimos años, sus problemas extradeportivos se profundizaron. En 2023, fue vinculado al consumo de óxido nitroso -conocido como “hippy crack”- y confesó su adicción a pastillas para dormir y al alcohol. Tras una fallida experiencia en el Besiktas, volvió lesionado al Reino Unido y el Everton, dueño de su pase, decidió internarlo en un centro de rehabilitación.
Ahora, con un presente sombrío y sin lugar en el Como, Dele Alli enfrenta quizás la decisión más dura de su vida deportiva. Las próximas semanas serán clave para saber si intenta una nueva oportunidad o pone fin a su carrera antes de los 30 años.
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