Era la joya de Barcelona por sobre Messi pero su carrera se diluyó: "Daría la mano entera por volver atrás"
Gabriel Santiago Fernández, o Baby, era la gran promesa de La Masía pero tomó malas decisiones. "En mi vida pasaron 10 o 12 trenes y no me subí a ninguno", expresó.

El nombre de Gabriel Santiago Fernández, más conocido como Baby, fue sinónimo de talento precoz en el Barcelona juvenil antes de la irrupción de Lionel Messi. Desde muy joven, su potencia goleadora lo colocó en la cima de las Inferiores culés, donde se destacó durante casi una década. Sin embargo, lejos de consolidarse como estrella, su carrera profesional fue desdibujándose entre decisiones desafortunadas y oportunidades que no supo aprovechar.
“Fui el goleador de La Masía durante ocho años”, recuerda con orgullo en diálogo con Toni Padilla, aunque la reflexión deja paso a la autocrítica: “En mi vida han pasado 10 o 12 trenes y no me he subido a ninguno”. En ese repaso íntimo de su historia, Baby se permite mirar hacia atrás con nostalgia, pero también con cierta paz: “Daría la mano entera por volver atrás. Pero no me arrepiento. Formé una familia y eso es lo más importante”.
Fue la gran joya de Barcelona antes de Messi pero su carrera se dinamitó

Durante su etapa formativa en La Masía, Baby fue la gran figura de su generación. El propio Fernández asegura que el protagonismo en ese entonces era suyo, incluso más que el de Messi: “Fue la Quinta del Baby, no la de Messi. En el Barça cuesta mantenerse tantos años como ‘9’ titular, y yo lo hice durante ocho temporadas”. Aquellos años en el semillero catalán lo posicionaron como la gran promesa ofensiva del club.
"Era la Quinta del Baby, no de Messi"

La llegada del astro argentino no fue inmediata, pero marcó un quiebre. Según Fernández, Messi apareció un año después de su consagración en juveniles y rápidamente dejó su huella, aunque no competían por el mismo puesto: “Él era enganche, yo delantero. Cuando lo vi entrenar por primera vez dije ‘uffff’”. Pese a la diferencia de posiciones, el impacto del rosarino fue claro desde el inicio.
Fuera del campo, ambos mantuvieron una relación muy cercana durante su etapa en las Inferiores. Compartían habitación, vestuario y hasta viajes juntos, según contó Baby. De hecho, el vínculo perduró fuera del club: “Invité a Leo a mi casamiento y, aunque no pudo venir ese día, vino a verme jugar el sábado siguiente. Después fuimos a comer”. Con el tiempo, sin embargo, la relación se fue diluyendo, especialmente tras el alejamiento de Horacio Gaggioli, el representante que los conectaba.
Los detalles de su buena relación con Messi

El final de su historia en el Barcelona estuvo marcado por la frustración. Pese a que tenía minutos y buenos rendimientos, la llegada de una nueva dirigencia y algunos favoritismos terminaron empujándolo a la salida. “Del Barça me fui yo. Me ofrecieron un contrato de ocho años, pero pedí la baja. Eso sí, me prohibieron fichar por el Real Madrid o el Atlético”, recordó.
Mirá también
Cóccaro contó que Messi le pidió disculpas tras el cruce y mostró que se llevó su camiseta
Tras su salida, Baby pasó por varios clubes del ascenso español, pero su trayectoria nunca recuperó el impulso de sus años formativos. La chance de firmar con el Mallorca parecía una nueva oportunidad, pero una lesión le cambió la vida. “No había firmado aún, jugué con mis primos y me rompí la tibia. Lo perdí todo”, lamentó. Estuvo un año y medio sin jugar y cayó en una profunda depresión.
Hoy, alejado del fútbol profesional, reflexiona sobre su camino con madurez. Supo ser una de las grandes joyas de La Masía, pero eligió un rumbo distinto: “No me arrepiento. El fútbol es muy difícil, y gracias a eso tengo a mi mujer y a mis tres hijos”. Su historia, marcada por el talento y las decisiones, contrasta con la de Messi, pero también habla de otra cara del fútbol: la de los que estuvieron cerca, pero no llegaron.

No te pierdas nada