Escándalo en Bolivia: batalla campal, siete expulsados y gas lacrimógeno en los vestuarios
El clásico entre Bolívar y Blooming dejó múltiples tarjetas rojas, agresiones en los pasillos del estadio y caos absoluto. La policía intervino para contener los incidentes y la Federación Boliviana de Fútbol analiza sanciones.

El fútbol boliviano vivió uno de sus episodios más violentos. Blooming y Bolívar protagonizaron un escándalo en Santa Cruz, donde el partido terminó con siete expulsados, golpes en los vestuarios y gas lacrimógeno lanzado por la policía. El encuentro, correspondiente a la reprogramada fecha 20 del torneo local, finalizó 2-1 a favor del conjunto paceño, pero el resultado quedó completamente opacado por el caos y la violencia.
Durante los 90 minutos, el árbitro Jordy Alemán mostró siete tarjetas rojas —cuatro a jugadores de Blooming y tres a futbolistas de Bolívar— en un partido cargado de tensión y protestas. Sin embargo, lo peor llegó después del pitazo final: en los pasillos de los vestuarios del estadio Real Santa Cruz, miembros del plantel local agredieron al preparador de arqueros de Bolívar, Ellioth Toro, y al dirigente José María Antezana, según reportó ATB Digital.
Entre los involucrados también fueron identificados el colombiano Daniel Cataño y el camerunés-boliviano Marc François Enoumba, quien ni siquiera estaba habilitado para jugar. En medio del descontrol, el vicepresidente de Bolívar, Jorge del Solar, se cruzó con el árbitro por su actuación y la situación derivó en una batalla campal dentro de los vestuarios.
La violencia escaló al punto de que la policía intervino con gas lacrimógeno para dispersar a los jugadores y miembros de ambos cuerpos técnicos. Como consecuencia, la organización suspendió las conferencias de prensa y el estadio quedó rodeado por efectivos de seguridad.
Escándalo en Bolivia: batalla campal, siete expulsados y descontrol en los vestuarios

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Ya en el aeropuerto de El Alto, Carlos Lampe, arquero de Bolívar, lamentó lo sucedido: “Me preocupó lo que pasó al final del partido. Le pegaron a nuestro entrenador de arqueros, se agarraron a puñetes. No había la seguridad necesaria, los vestuarios están muy pegados”.
El defensor argentino Santiago Echeverría también repudió los hechos: “Lo que pasó atenta contra la vida, no puede pasar en un campo de juego”, declaró.
Por su parte, el colombiano Cataño, una de las figuras de Bolívar, destacó el esfuerzo del equipo pese al clima hostil: “Ganamos en una cancha en la que da pena jugar, con un panorama totalmente en contra. Los muchachos mostraron jerarquía”.
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La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) confirmó que abrirá una investigación y podría aplicar sanciones severas a los responsables de los incidentes.
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