Ganen un partido
Russo practica una cosa en la semana y pone otra en cancha. Paredes pide auxilio en los micrófonos. Los números asustan. Y Boca no tiene nada de qué reírse, más allá del inocultable desahogo de Riquelme por el gol agónico que calmó a las fieras.
Miguel Ángel Russo tuvo dos semanas para preparar el clásico de Boca contra Racing. El jueves 31 probó con Leandro Paredes- Milton Delgado de doble cinco y Miguel Merentiel- Milton Giménez de doble nueve. El lunes 4 y el miércoles 6 (práctica en la Bombonera) mantuvo a Paredes-Delgado de doble cinco y probó a Merentiel-Zeballos en la delantera. El viernes 8 insistió con Paredes-Delgado de doble cinco y Merentiel-Aguirre en el ataque.
Pero el sábado salió a jugar ante Racing con Paredes y ¡Alan Velasco! de doble cinco y Merentiel-Edinson Cavani de doble nueve.
Era fácil imaginarse el trámite del partido: Racing, con Sosa-Nardoni-Almendra se adueñó del mediocampo en el primer tiempo y Boca corría atrás de la pelota. Ni siquiera se aprovechó tanto jugador de ataque para presionar la salida rival. La localía era testimonial. “Estaba muy solo en el medio”, diría post partido Paredes. A buen entendedor…
Claro que con la excelsa pegada del campeón del mundo se sumó un arma en la pelota parada y así tuvo un par de chances, además del aprobado para Aguirre, que increíblemente había sumado solo 19 minutos en la Era Russo. Pero la Academia tocaba, ocupaba espacios y atacaba mucho mejor que el Xeneize. El 0-0 era “negocio”.
En la segunda mitad, Russo precisó 20 minutos más para darse cuenta de que Paredes necesitaba un ladero: ¿adentro Delgado? No, Alarcón por Velasco, que no puede con su alma y encima lo habían mandado a fajarse por el medio. Sus únicas dos buenas apariciones fueron recibiendo en tres cuartos por izquierda.
Antes, con la Bombonera ya inquieta pero empujando, Merentiel de carambola había tenido un penal en movimiento que tapó Cambeses y al minuto asistió a Cavani, que estando habilitado se pasó y sumó otro errado en el área chica a la lista. Enseguida Edinson salió entre silbidos y aplausos.
La salida de los jugadores de Boca tras el empate ante Racing

Ya con Giménez en cancha, la Bestia tuvo otra clarísima, pero el arquero no se comió el amague y lo atoró bien. Racing nunca volvió a ser el del 1T y cuando peor jugaba llegó al gol: Barinaga ni saltó a despejar un centro llovidísimo, Torres le ganó fácil y Solari empujó a la red el remate fallido de Rojas. Mazazo.
Boca no se desmoronó con el 0-1, Zeballos entró bien y generó desequilibrio, Paredes siguió poniendo pelotas en las cabezas, Pellegrino casi imita a Di Lollo (que no tuvo un minuto más post gol a Unión) y Giménez conectó muy bien para otro 1-1 agónico en Brandsen 805. Ah, fue foul de Barrios a Milton (empujón con las dos manos en la espalda), por más que lo llore la Guardia Imperial. Parece que te extrañan, Víctor.
3 de 12 en el campeonato, 13º de 15 en la Zona A con chances de quedar último el domingo, y con récord histórico de 12 partidos sin ganar y récord histórico de 8 sin triunfos en el arranque de un DT, Boca no tiene nada de que sonreír más allá del inocultable desahogo de Riquelme: el puntito sirvió más para calmar a las fieras que para sumar en las tablas que importan.
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