La enfermera agredida por Vildoza lo liquidó y reveló cómo fue la agresión: “Me agarró del cuello y me levantó”
Tiziana D’Antonio, representante de la Cruz Roja, describió paso a paso la agresión del basquetbolista y de su pareja.

Tiziana D’Antonio, la enfermera de la Cruz Roja que fue agredida por el basquetbolista argentino Luca Vildoza y su esposa, la voleibolista serbia Milica Tasic, narró paso a paso cómo fueron los hechos y reveló: “Soy voluntaria hace 22 años e instructora de reanimación, pero después de lo que ocurrió el miércoles por la noche no sé si volveré a subir a una ambulancia. Cuando me agarraron por el cuello, entré en pánico, tuve miedo y todavía me cuesta hablar de ello”.
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La víctima de 55 años ya recibió el alta médica del servicio de urgencias y comenzó: “Soy la jefa del equipo de rescate de la ambulancia que estaba de servicio desde las 19:45. Pasamos por delante del Palacio de los Deportes después del final del partido de básquetbol y nos acababan de asignar un código amarillo. Detuvimos el vehículo en la calle Calori, con las cuatro luces encendidas, porque ni yo ni el conductor de la ambulancia sabíamos dónde estaba la calle a la que teníamos que llegar. En ese momento oímos la bocina y vimos un Mercedes negro que quería pasar, como finalmente hizo. El conductor nos hizo un gesto obsceno con el dedo”.
Luego, la boloñesa continuó: “Arrancamos porque habíamos encontrado las indicaciones que buscábamos, con las sirenas y las luces intermitentes. El Mercedes, que en ese momento estaba delante de nosotros, se movía de derecha a izquierda frenando nuestro avance. Incluso, corrimos el riesgo de chocar por detrás. Entonces me bajé para explicarle que se trataba de una emergencia”.

D’Antonio comentó cada detalle del momento de la agresión: “Le dije en un inglés precario: ‘We are on emergency’ (Tenemos una emergencia). En ese momento, salió del coche. Cuando abrió la puerta, me agarró por el cuello, me levantó del suelo, yo empecé a gritar. La mujer alta y rubia que estaba con él me tiró del pelo, yo llevaba un rodete y me arqueé hacia atrás. Los demás voluntarios que estaban conmigo lo vieron todo, intervinieron, conseguimos calmarlos y, mientras tanto, mis compañeros pidieron la intervención de la policía”.
Finalmente, la representante de La Cruz Roja reflexionó: “Me encontré en una situación que ni en mis peores pesadillas habría imaginado. No conocía a este deportista. Después me dijeron que gana 4 millones de euros. Yo gano 25.000 euros al año, soy voluntaria, actué con conocimiento de causa y no voy a dejar que me arruinen la vida por un incidente en el que yo soy la víctima. Creo en los valores de la Cruz Roja y me parece que se ha perdido el sentido de la civilización”.
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